Para quien haya pasado por escuchar esta temible frase, sabe que no es nada grato. En la vida de un candidato/aspirante de un proceso de selección, me atrevería a decir que casi es posible que cuando la escuchan, es como si todo se pusiera en cámara lenta y el entrevistador a su vez hablara en cetáceo.
Hay algo que puedas hacer para que no te pase?
Normalmente, esta frase suele llegar después de haber pasado a una instancia de entrevista sea telefónica o personal. Ahora ten en mente que el objetivo del entrevistador, siempre será identificar si existe adecuación entre el perfil que buscan y el tuyo. Es decir, garantizar que la la brecha entre ambos, o no existe o es mínima. Esa es tu función y lo que debes comunicar en esa entrevista: Cómo cumples con cada una de las cualificaciones del perfil con suficiencia.
En otras entradas del Blog he trabajado más extensamente la fase de preparación para una entrevista de trabajo.
Ahora, sobre el consabido “No nos llame, nosotros lo llamaremos”. La frase suena lapidaria. Lo que sucede en estos casos es que tememos quedarnos colgados, sin respuesta, o peor aún que no vuelvan a llamar.
Entonces, una alternativa para no quedarte colgado esperando una llamada que no sabes cuándo llegará o si lo hará, es que puedes buscar recuperar el control y que la pelota de alguna manera quede en tu cancha. Por ejemplo, antes de salir decir a tu entrevistador algo así como: “Oye María, muchas gracias por la oportunidad de esta entrevista y evaluación. Me gustaría saber un poco más. Cuéntame en qué tiempo crees que van a tener alguna decision?, ¿Cuándo podría saber si estoy en una siguiente etapa?,
Si te dan una fecha o un período estimado, vuelves a tomar la iniciativa y dices “Perfecto, entonces estaría bien si te llamo por ejemplo el Martes 18 o pregúntale qué día es mejor para él/ella?, ¿En qué momento del día sería mejor que lo haga? Luego te vas y haces tal como dijiste que harías.
Si al volver a llamar, la respuesta que recibes es negativa y seleccionaron a alguien más, hay una frase del Dalai Lama, que se ha convertido en una especie de mantra para mí: “Si pierdes, no pierdas la lección”.
¿Qué te quiero decir con esto? Aprovecha esta experiencia “desagradable” y ponla a trabajar a tu favor. Pide información. Dile a tu entrevistador, a la persona de talento humano o de la empresa de selección, que estás seriamente comprometido en mejorar tu perfil y desarrollando tu Carrera, así que le pides que te ayude con una retroalimentación honesta, tanto de tus fortalezas, como de aquellos puntos a mejorar en tu candidatura o perfil.
Acá el punto no es discutir con ellos, sino escuchar la retroalimentación como un factor de enriquecimiento para tí. ¿Sobre qué? Sobre lo que puedes hacer mejor la próxima vez que apliques, acá algunos ejemplos:
De esta manera, estarás aprovechando al máximo esa experiencia que no salió como querías y utilizándola como catapulta a lo que sí quieres que suceda en tu Carrera.
Gracias por seguir acompañando.
Me entusiasma saber que esto te es de utilidad, así que valoraré tus comentarios o que lo compartas con alguien más, que también se encuentre en el camino de construir una Carrera genial y con sentido.
Con afecto,
Lorena A.